domingo, 27 de febrero de 2011
viernes, 25 de febrero de 2011
"Se vive así, cobijado, en un mundo delicado y uno cree que vive. Entonces lee un libro (...) o va de viaje, o habla con Richard, y descubre que no vive, que está simplemente hibernando. Los síntomas de la hibernación se pueden detectar fácilmente. El primero es la inquietud. El segundo síntoma (que llega cuando el estado de hibernación empieza a ser peligroso y podría degenerar en muerte), es la ausencia de placer. Eso es todo. Parece una enfermedad inocua. Monotonía, aburrimiento, muerte. Hay millones de personas que viven (o que mueren) así, sin saberlo. Trabajan en oficinas. Tienen coche. Salen al campo con su familia. Educan a sus hijos. Hasta que llega una brusca conmoción: una persona, un libro, una canción, y los despiertan y los salvan de la muerte.
Algunos se quedan dormidos para siempre. Son como el que se durmió tendido en la nieve y nunca más despertó. Pero yo no corro peligro, porque mi casa, mi jardín, mi agradable vida, no consiguen arrullarme".
Anaïs Nin
viernes, 18 de febrero de 2011
sábado, 12 de febrero de 2011
"El porvenir es tan irrevocable como el rígido ayer.
No hay una cosa que no sea una letra silenciosa
de la eterna escritura indescifrable cuyo libro es el tiempo.
Quien se aleja de su casa ya ha vuelto.
Nuestra vida es la senda futura y recorrida.
El rigor ha tejido la madeja.
No te arredres.
La ergástula es oscura,
la firme trama es de incesante hierro,
pero en algún recodo de tu encierro
puede haber una luz, una hendidura.
El camino es fatal como la flecha
pero en las grietas está Dios, que acecha".
Borges.
No hay una cosa que no sea una letra silenciosa
de la eterna escritura indescifrable cuyo libro es el tiempo.
Quien se aleja de su casa ya ha vuelto.
Nuestra vida es la senda futura y recorrida.
El rigor ha tejido la madeja.
No te arredres.
La ergástula es oscura,
la firme trama es de incesante hierro,
pero en algún recodo de tu encierro
puede haber una luz, una hendidura.
El camino es fatal como la flecha
pero en las grietas está Dios, que acecha".
Borges.
"Doy a cada ser humano lo que le corresponde. Desprecio la clase social y la riqueza. A lo que soy sensible es al espíritu, a las cualidades humanas, y a las necesidades, en la medida que soy capaz de satisfacerlas. Si hiciéramos todos a la vez lo que yo hago por mi parte no habría guerras ni pobreza. Me he considerado personalmente responsable de cada uno de los seres humanos que se me han acercado".
Anaïs Nin
Anaïs Nin
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